Glaucoma – Diagnóstico por OCT

¿Qué es el Glaucoma? El glaucoma es una enfermedad ocular que se caracteriza por un daño progresivo del nervio óptico, producido principalmente por una presión intraocular elevada. Este aumento de la presión intraocular se produce por una dificultad en el drenaje del líquido que circula dentro del ojo. La lesión en el nervio óptico se traduce en una pérdida del campo visual, pero en fases avanzadas de la enfermedad, cuando el nervio óptico está atrofiado, llevará a una pérdida de visión irreversible.

El glaucoma es una enfermedad que afecta aproximadamente al 2% de las personas mayores de 40 años y al 5 % de las personas de más de 70 años.  

El glaucoma no da síntomas en los primeros estadíos, por lo que hay muchas personas que tienen la enfermedad y no son conscientes de padecerla. Es muy importante hacer un diagnostico precoz y comenzar el tratamiento en las fases iniciales de la enfermedad, ya que la perdida de campo visual es irreversible.

Diagnóstico del Glaucoma: 

Tonometria

  • Medición de la Presión Intraocular (Tonometría). Una lectura de presión intraocular alta es a menudo el primer signo de que usted tiene glaucoma. Por lo general, la presión normal del ojo oscila entre 10 y 21 mm. Hg.
  • Grosor corneal (Paquimetría): Paquimetrías con valores bajos, es decir corneas delgadas, pueden dar valores de Tensión Ocular inferiores a los reales y un valor elevado del grosor corneal, puede dar valores de la Tensión Ocular altos, que induzcan a pensar que se trata de una hipertensión glaucomatosa.
  • La OCT (Tomografía de Coherencia Óptica) es un arma indispensable para el diagnóstico precoz y el seguimiento del glaucoma. Analiza el espesor de la capa de fibras del nervio óptico y de la capa de células ganglionares, que son los lugares donde primero aparece el daño en los pacientes con glaucoma, incluso antes de que se presente la perdida en el campo visual.
Diagnóstico de glaucoma a través de CCG (Capa de Células Ganglionares). La imagen muestra un ojo normal. diagnóstico de glaucoma

 

Diagnóstico de glaucoma a través de OCT RNFL para la identificación del grosor de la capa de fibras nerviosas del nervio óptico. La imagen muestra un ojo normal.

OCT RNFL

 

 

Tipos de Glaucoma.

Existen varios tipos de glaucoma según la causa pero los más frecuentes son el Glaucoma de ángulo abierto y el Glaucoma agudo de ángulo cerrado.

 El Glaucoma de ángulo abierto,  es el tipo de glaucoma más frecuente. Se produce un daño en el nervio óptico, lento y progresivo, en el que el factor causal principal es el aumento de la presión intraocular. Actualmente sabemos que existen otros factores que contribuyen de forma importante al desarrollo de esta enfermedad, como es la alteración en el flujo sanguíneo de los vasos del nervio óptico. Hay ocasiones en que esta «causa vascular» cobra más importancia que la «causa tensional», por ejemplo en el glaucoma que llamamos normotensional.

Los Síntomas : Al ser  una enfermedad de curso lento y progresivo en fases iniciales, no hay síntomas ni molestias que hagan acudir al oftalmólogo. Únicamente, en fases avanzadas, cuando el daño del nervio óptico es importante, puede presentar síntomas. Estos consisten en una pérdida progresiva de campo visual, que puede acabar en ceguera cuando la enfermedad no se controla y se produce la afectación total de dicho campo visual.

Los  Factores de riesgo : Dada la importancia de un diagnóstico precoz, es recomendable conocer los factores de riesgo (factores que aumentan la probabilidad de que un individuo padezca una determinada enfermedad):

        • Edad.
        • Antecedentes familiares de glaucoma.
        • Diabetes.
        • Hipermetropia o Miopía alta.
        • Tener una cornea delgada.
        • Enfermedades cardiovasculares.
        • Raza: hay estudios que demuestran una mayor incidencia de glaucoma de ángulo abierto en las razas más pigmentadas.
        • Tratamientos prolongados con corticoides.

Los Tratamientos :  tienen como objetivo evitar la progresión del daño del nervio óptico y por tanto mantener el campo visual.  La alteración del nervio óptico y la pérdida del campo visual producida, no podemos recuperarla, es irreversible; por lo que de nuevo insistimos en la importancia de un diagnóstico precoz.

Actualmente la forma de conseguir este objetivo es actuar sobre la presión intraocular. Disponemos de varias posibilidades terapéuticas según el estado evolutivo del glaucoma, la edad y las respuestas obtenidas con tratamientos previos:

      • Tratamiento médico: Utilización de colirios que disminuyen la presión intraocular, bien disminuyendo la producción del líquido que circula dentro del ojo, o bien, favoreciendo el drenaje de dicho líquido (humor acuoso).
      • Tratamiento con láser: Se aplica en la zona de ojo por donde normalmente drena el humor acuoso, con lo que se facilita su evacuación y así disminuye la tensión intraocular.
      • Tratamiento quirúrgico: Consiste en crear una nueva vía de salida para el líquido que circula dentro del ojo y, de esta manera, disminuir la presión intraocular. Puede realizarse con anestesia local, no precisando anestesia general salvo en contadas ocasiones.

 

Glaucoma de ángulo cerrado: Se produce una gran elevación de la presión intraocular de forma súbita lo que provoca la aparición brusca de síntomas como: dolor importante del ojo afectado, enrojecimiento, disminución de la visión, etc.

Este tipo de glaucoma se presenta en ojos con una anatomía específica: la zona por donde sale el líquido que circula dentro del ojo está muy estrechada; en determinadas circunstancias se puede cerrar totalmente, con lo que se impide la evacuación del humor acuoso y el aumento de la presión intraocular.

 

Fuentes: AAO (American Academy of Ophthalmology)