El desprendimiento de retina, consiste en la separación de la retina sensorial de la pared del globo ocular producido por la rotura de la retina y la acumulación subsiguiente de vítreo fluido en el espacio virtual subrretiniano. Esta rotura se produce debido a una tracción del gel vítreo que rellena el globo ocular, sobre    una zona más delgada o degenerada de la retina.

Síntomas:

Cuando el desprendimiento está instaurado, la persona nota un defecto del campo visual, como una cortina oscura (representa la retina desprendida que ya no puede ejercer su función). Existen algunos síntomas que podemos calificar de premonitorios:

• Destellos luminosos.
• Lluvia súbita de cuerpos flotantes (moscas volantes).

Es importante destacar, que no toda rotura retiniana acaba de forma obligada en un desprendimiento de retina, si se diagnostica a tiempo y se trata adecuadamente. Por lo tanto, la aparición de estos síntomas no debe alterar al paciente, pero sí debe acudir a su médico oftalmólogo para realizar una exploración y descartar posibles lesiones.

Factores de riesgo. Podemos calificar como factores de riesgo, los siguientes:

•  Antecedentes de desprendimiento de retina en el otro ojo o antecedentes familiares.
•  Aquellos que han sido operados de cataratas.
•  Las personas que tienen miopía.
•  Los que han sufrido traumatismos oculares.

Prevención del Desprendimiento de Retina

No se pueden prevenir las roturas de la retina pero si podemos prevenir el desprendimiento de retina antes de que se produzca, y eso se consigue soldando estas roturas con laser.

El tratamiento con laser es lo que llamamos fotocoagulación, que consiste en realizar una pequeñas quemaduras alrededor del desgarro o agujero de la retina dejando la zona de alrededor intacta. Esas quemaduras acaban cicatrizando en unos días y de esa forma aislarán esa zona de rotura del resto de la retina sana.

Este tratamiento con laser se realiza en la consulta, no necesita quirófano porque el ojo no se opera, lo único que entra en el ojo es la luz del laser.

Tratamiento del desprendimiento de retina:

Por lo general el tratamiento del desprendimiento de retina es quirúrgico y su objetivo es cerrar la rotura de la retina. Hay casos donde el desprendimiento de retina es pequeño y situado en la parte superior, y podremos reaplicarlo mediante gas, el nombre de esta técnica es Retinopexia Neumática:

La Retinopexia Neumática consiste en introducimos una burbuja de gas dentro del ojo que flotará y presionará hacia arriba y de esta forma la retina volverá a su sitio. Una vez recolocada la retina, se aplica láser rodeando el desgarro o agujero y así aislarlo del resto de la retina. Si se logra la reaplicación de la retina de esta forma se soluciona sin operar.

En el resto de los casos tendrán tratamiento quirúrgico, que consiste igualmente  en aproximar los bordes del desgarro a las capas subyacentes mediante 2 técnicas:

1. Indentación escleral o cirugía clásica, es una cirugía externa, se realiza todo desde fuera sin entrar en el ojo. 
2. Vitrectomia, que en la actualidad es el tratamiento más frecuente para el tratamiento del desprendimiento de retina. Es esta cirugía se entra en el ojo con unos instrumentos por aperturas muy pequeñas para traumatizar lo menos posible, y se extrae el vítreo, así podemos prevenir futuros desprendimiento, después se recoloca la retina, ya una vez recolocada la retina se da láser rodeando los desgarros o agujeros y para sujetarla se suele usar gas y un tratamiento postural durante unos días.

Al contrario que otras cirugías oculares, la cirugía de retina es de mayor envergadura, supone un postoperatorio bastante más molesto, la tasa de complicaciones es más alta y el resultado visual final suele ser más discreto.

Fuentes: AAO (American Academy of Ophthalmology)