Miopía
La miopía es un defecto de refracción, donde los rayos de luz que llegan paralelos al ojo, se reúnen para formar la imagen en un punto por delante de la retina, proyectando sobre ésta una imagen borrosa. Esta situación suele deberse al aumento de su longitud axial o eje antero posterior del globo ocular.
Vemos ahora con dibujos la diferencia de refracción entre un ojo normal y un ojo miope:
Ojo normal.
Ojo miope.
Síntomas de la miopía:
El ojo miope se caracteriza por tener una buena visión de cerca (leer sin gafas hasta la escritura impresa más pequeña) y las dificultades para la visión lejana (es habitual semicerrar los párpados). De aquí surge la expresión «corto de vista», ya que su punto remoto está a menos de seis metros del ojo.
La miopía puede empezar a manifestarse en la infancia o en la pubertad, siendo progresiva hasta los 20-22 años, momento en el que se estabiliza. Si los padres han notado alguna dificultad en la visión del niño y tienen antecedentes hereditarios, debe realizarse una vigilancia de la visión que puede llevar a su corrección o no, dependiendo de los casos.
Generalmente podemos establecer dos grados:
- Miopía simple: muy poco progresiva, en la que habitualmente no se necesita más tratamiento que la corrección óptica y no suelen dar lesiones de fondo.
- Miopía patológica: degenerativa, maligna: con un alto grado de dioptrías, posibilidad de complicaciones importantes y tendencia a la aparición de alteraciones degenerativas de fondo.
Tratamiento de la miopía:
La miopía se corrige con lentes cóncavas, que ayudan a la reorientación de los rayos de luz sobre la retina. Las gafas o las lentes de contacto son los métodos más comunes para la corrección de la miopía. Para las personas que desean prescindir de la corrección óptica, existe la posibilidad de cirugía refractiva.
Fuente: AAO (American Academy of Ophthalmology).